Vamos descubriendo poco a poco la historia de nuestros orígenes, con pruebas científicas.
La masa terrestre atrajo enormes meteoritos, que al chocar produjeron un aumento de la temperatura, que evaporó los océanos. Los primeros vestigios de vida sobrevivieron a las infernales condiciones de la superficie sepultándose en el suelo, pero millones de años después resurgieron con mayor fuerza y con nuevos diseños de evolución para adpatarse al medio.
Se demuestra como unas bacterias en suspensión durante 250 millones de años, infiltradas a gran profundidad terrestre, siendo alimentadas, recobran la vida activa. Sorprendente la fuerza de la vida.